viernes, 9 de noviembre de 2007

Mitos, Leyendas Y Realidades De Juan Fernández

-El Tesoro de Juan Fernández:


A través de los años, mucho se ha especulado respecto a la existencia de fantásticos tesoros en el Archipiélago Juan Fernández, aquello a raíz de la comprobada concurrencia de barcos de piratas, corsarios y filibusteros en tiempos en que aquellos hacían de las suyas en los océanos hace ya un par de siglos.
Imagen tomada de www.turegano.net

“Las versiones sobre la envergadura del tesoro oscilan entre 700 y 800 toneladas de oro y plata de un valor, por cierto, incalculable la heredera de los documentos de Luis Cousiño, María Eugenia Beéche, ha señalado que Cornelius Webb menciona en su bitácora barras de oro de 80 kilos, barras de plata, barriles con metales preciosos, (…), y que lo más cercano a joyas sería un baúl de oro de dos pies de altura, con una rosa de esmeraldas”.
(Fragmento tomado del artículo “El tesoro veleidoso”, del Mercurio de Valparaíso del Dgo. 28 de octubre de 2007).

Actividad!!: Ahora y antes de proseguir con la lectura, te proponemos que indagues algo más a cerca de María Eugenia Beéche y su particular herencia documental.


En cuanto a aquellos tesoros uno resalta sobre todos los demás posibles y es el que en algún momento del año 1714 un marino español de nombre Juan Esteban Ubilla y Echeverría, General de la flota que por aquellos años permaneciera en la ciudad mexicana de Veracruz trajera a Juan Fernández para luego intentar retornar, (después de un año y medio de desaparición), a costas españolas, sin embargo aquel no sobrevivió a un naufragio frente a las costas de Florida en 1715. Se supone que durante aquel año y medio de desaparición éste recaló y ocultó el tesoro en la isla Robinson Crusoe, suposiciones que surgen de una serie de sucesos que acontecieron desde el momento mismo de la desaparición y posterior fallecimiento del marino español.

Presentamos a continuación un fragmento de un artículo publicado por el Mercurio de Valparaíso en su edición del 28 de octubre del presente año, (2007), en el que se acota el tema en cuestión, tras la lectura de aquel pretendemos que el lector realice comentarios pertinentes a puntos de vista convergentes y divergentes respecto a aquel, para lo cual podrá apoyarse en bibliografía específica, otros artículos de prensa y/o conocimientos previos respecto al tema:
“Según la versión del sitio oficial de la comuna de Juan Fernández, recopilada por el profesor e historiador Victorio Bertullo Mancilla, el marino español Ubilla y Echeverría habría enviado a George Anson, oficial británico que dirigió una expedición corsaria por territorios españoles del Pacífica, algunos mensajes con la ubicación del botín antes de morir en un naufragio frente a florida en 1715.
Tiempo después dotado ya de título nobiliario y con la carta de Ubilla como antecedente, Anson envió al contador del gobierno inglés Cornelius Webb hasta Juan Fernández, a bordo del barco Unicorn. Pero el comisionado no pudo llevarse el tesoro porque en 1761, cuando partía de vuelta, la nave se averió y tuvo que volver a enterrar el botín para venir a, (Imagen tomada de www.islaspalomino.com). Valparaíso a arreglarla. Antes de llegar detectó movimientos indicadores de un motín, quemó el Unicorn y llegó remando al puerto.
Desde aquí, agrega la versión, escribió a Lord Anson para notificarle que en el continente había enterrado otro cofre con un nuevo mensaje, donde detallaba el sitio exacto donde estaba escondido el tesoro. Pero destinatario y remitente murieron antes de comunicarse.
Dos siglos después reapareció la pista del tesoro. En los años 40 del siglo pasado, (1940s), el arquitecto Luis Cousiño Sevire, quien estaba dedicado a la agricultura en su fundo de Quintero, recibió las cartas donde Webb comunica a Anson la ubicación del tesoro. En 1950 se asoció con Jorge di Giorgio, Peter Scotte y Benjamín Lyon para buscar el mapa primero y el botín después. Ese mismo año encontraron en Horcón el cofre con la bitácora de Webb y su inventario de las riquezas. El grupo partió a Juan Fernández, donde buscó el oro durante meses, pero nunca lo halló.
María Eugenia Beéche, ex concejala del Archipiélago, se casó con el hijo de Cousiño y heredó los documentos que mostró en los años 90 a unos periodistas de Travel Channel que preparaban un programa sobre las andanzas de corsarios y piratas del Pacífico. Bernard Keise vio el documental en su casa en Estados Unidos y así se cerró el ciclo: viajó a Robinson Crusoe, llegó a un acuerdo con la dueña de la documentación, emprendió la búsqueda bibliográfica en Europa, luego pidió los permisos chilenos necesarios para las excavaciones y comenzó la búsqueda en terreno en 1998”.



Actividad!!: Ahora, tras la lectura, insistimos en la realización de la actividad enunciada principio, del mismo modo esperamos que complementes aquello con una descripción de lo que sabes ocurrió tras el arribo de Keiser al Archipiélago, si crees no saber mucho realiza una indagación de lo acontecido y adjúntala en un comentario en éste mismo enunciado.

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